La gastronomía de Gran Canaria cuenta con una combinación de platos africanos, españoles y latinoamericanos, con creaciones originales como Polvitos Uruguayos (un pastel de queso liviano con dulce de leche), chipirones con mojo verde (calamar asado en salsa de hierbas) y el famoso bienmesabe (una masa espesa de almendras). Y tampoco te pierdas las frutas tropicales superfrescas durante tu estadía en Islas Canarias.
La gastronomía de Gran Canaria es un reflejo delicioso de su historia, su geografía y su alma isleña. Con influencias españolas, africanas y latinoamericanas, la cocina local combina productos frescos del mar y la tierra con sabores intensos y recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. Comer en Gran Canaria no es solo alimentarse, es una experiencia cultural que conecta al visitante con la esencia del archipiélago.
Uno de los platos más emblemáticos son las papas arrugadas con mojo, pequeñas patatas cocidas con sal marina y acompañadas de salsas típicas: el mojo rojo, con pimiento y ajo, y el mojo verde, a base de cilantro o perejil. También destacan los quesos canarios, especialmente el de flor o el curado de cabra, galardonados internacionalmente. En los pueblos del interior es común encontrar guisos caseros como el potaje de berros, rico y reconfortante.
En las zonas costeras, el protagonista es el pescado fresco: vieja, cherne, o sama, cocinados a la plancha o en sancocho, un plato tradicional acompañado de batata, gofio y mojo. No puede faltar el gofio, una harina de cereales tostados que forma parte de la dieta canaria desde tiempos aborígenes, presente en platos dulces y salados.
Para el postre, la isla ofrece delicias como el bienmesabe, una crema dulce hecha con almendras, miel y huevo, o los suspiros de Moya, merengues crujientes típicos del norte de la isla. Todo ello, mejor si se acompaña con un vino canario con denominación de origen o un ron miel, símbolo del carácter dulce y hospitalario de la isla. En Gran Canaria, cada bocado cuenta una historia.